Es una de las voces más aclamadas de la nueva narrativa rumana. Desde su celebrado debut en el campo de la prosa con Bloque 29, apartamento 1 (2009), que obtuvo el premio al mejor debut en el Congreso de Novela Rumana y resultó nominada al Festival de Primera novela de Chambéry (Francia), así como a los premios de la revista Observator cultural y Prometheus, sus textos han gozado de una excelente acogida tanto por parte del público como de la crítica y han sido incluidos en varias antologías en Rumanía y en el extranjero. Tras participar como coguionista en la exitosa película de Radu Jude Todos en nuestra familia, publicó en 2012 su segunda novela, El amor tenía que ser, antesala de la obra que ha supuesto su consagración definitiva, Y se oía a los grillos cantar (2019), nominada a los premios de la revista Observator Cultural y de la Unión de Escritores de Rumanía, y recientemente traducida también, al francés. Es, además, unas de las fundadoras, junto con la poeta Elena Vlădăreanu, de los Premios Sofia Nădejde de literatura escrita por mujeres.