No hay productos en su cesta de compra.
¿Cúales tu nuevo objeto-victima?
Al igual que los zombies, en la película de George Romero “Dawn of death”, nosotros también gravitamos hacia los centros comerciales para calmar nuestra sed de consumo.
Los Propósitos Latentes de un Centro Comercial:
Más allá de ofertar bienes y servicios, los centros comerciales juegan con la ilusión de los consumidores, haciéndoles creer en la posibilidad de vivir experiencias memorables dentro de estos recintos.
La manipulación, tras el disfraz de los sentimientos, consiste en la creación de necesidades o, más bien, pseudonecesidades. Distracciones absurdas, supresoras de un carácter direccional, en nuestras vidas. Una táctica económico-marketiniana, una estrategia que no rompe sino que fortalece el círculo, perfectamente diseñado y trazado por la sociedad de consumo, trabajo-compro-muero.
La creación de este mundo paralelo, niega la existencia de un mundo externo al pequeño paraíso tan bien ideado por los empresarios de los centros comerciales. Instrumento anestesiante, que anula la reflexión y la acción en el mundo real.
Además, estas necesidades ficticias que llegan a ser reales en la mente del consumidor, llevan consigo una lógica de la insatisfacción. Pues una vez poseído el objeto de deseo, el deseo vuelve a buscar un nuevo objeto-victima. De este modo, el consumidor queda atrapado en las redes del vacío de sentido, que sólo puede ser momentáneamente sedado mediante la inyección de una dosis de serenidad en una tarde de centro comercial.
Propuesta de lectura:
Una reflexión que surge tras la lectura de la siguiente obra:
¿Qué hay de nuevo, viejo? Textos y declaraciones del Movimiento Surrealista de los Estados Unidos (1967-1999). Ed. pepitas de calabaza.
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