consonni siempre se había acercado a la feria de arte ARCO, de puntillas. Y no por timidez. Acudía el día de visita profesional y ese mismo día se volvía a Bilbao. Es complicado (e inncesario) para una estructura como consonni que ni representa a artistas ni expone objetos de arte el encajar en una feria de arte. Puede que la única forma de participar sea a través del discurso, del intercambio de ideas. Por eso acepta la invitación de Ricardo Antón Troyas, fundador y co-director de AMASTÉ Comunicación S.L. de participar en las mesas de debate “Nuevos mercados y Posibilidades comerciales en el Arte Contemporáneo”.
El tema del mercado nunca ha sido un eje principal ni en la actividades ni en la ideología de consonni, sino más bien una consecuencia. La economista italiana Angela Vettese sostiene que 'el mercado del arte está dispuesto a aceptarlo todo con tal de que haya sido elevado a obra auténtica por una simple firma'. Si el mercado del arte tiene una capacidad de engullirlo todo y pasarlo todo por el tamiz de la colección, habrá que adelantarse por tanto, a ese mercado. Adelantarse para poder entrar de forma óptima. Consiguiendo así una regularización del sistema que pase por asegurar relaciones contractuales, honorarios de artistas, una financiación del proceso de producción antes del resultado, motivar el coleccionismo de obra inmaterial y otras formas colectivas de coleccionismo, etc. Y en cuanto a los nuevos mercados a los que acceder, son sólo nuevos en la medida en la que no son habituales para el arte. Son mercados infinitamente mejor regulados (para bien y para mal) y con una trayectoría más dilatada. Es interesante la combinación de mercados y canales de comunicación diversificados para que el arte pueda ampliar sus áreas de influencia y bajarse así de la peana de la sala de exposiciones.