¿A qué huelen las ciudades?

Esto, no es el slogan del próximo anuncio de EVAX, sino una frase con formato obligado dentro de un mundo en el que se comercia con experiencias, en el que prima la imagen y la publicidad nos asedia y se nos es inyectada en vena. 
Este es el arma del capitalismo, la seducción y la tentación, que dispara a bocajarro deseos de comodidad, bienestar, consumo y tecnología, de carácter altamente apetecibles, que tienen como catedral hacia la que peregrinar a los centros comerciales.
Ciudades simulacro dentro de la auténtica ciudad, que ya empieza a convertirse en espectáculo. Estos lugares de culto consumista están transformando la estética y el diseño de las urbes, produciéndose una especie de metástasis que nos hace ver y vivir la ciudad de una manera distinta, al convertirnos en una clase de ciudadano que no puede ya recuperar su voluntario caminar transeúnte.

 

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¿A qué huelen las ciudades?