MUTAMASSIK




La pregunta: ¿Cómo, desde tu experiencia y perspectiva, las prácticas artísticas construyen esfera pública?


La verdad es que soy más bien una loba solitaria, así que no me siento demasiado conectada con la idea de la esfera pública. Siento que la mayoría de mi trabajo se adentra en cierta gente, como una especia de semilla, prácticamente como si viajase mediante el polen. Es más biológico: sale, se posa, alguien lo riega…

Con la llegada de internet, la idea de la esfera pública ha cambiado muchísimo, y es urgente renovarla. En su día, fue una idea verdaderamente revolucionaria, porque se creó en contra de la burguesía, la monarquía y la propiedad privada de la información, así que creo que fue enormemente relevante, pero ahora, como bien dice Morgan Craft, “los nuevos tiempos demandan nuevas tácticas” . Creo que es maravilloso cómo se está compartiendo la información en los nuevos movimientos políticos, pero también creo que se ha creado una especie de ilusión en torno a las redes sociales y a los puntos de encuentro para la gente. Da igual si son redes sociales, o gente encontrándose para compartir información o hacer algo, o gente realmente reuniéndose en espacios públicos para protestar, al fin al cabo, son todo datos que se introducen en el algoritmo y que pueden usarse contra nosotros, así que soy un poco escéptica, y creo que vamos a tener que entrar en la clandestinidad. Todo lo que colgamos ahí le aporta a ese algoritmo que nos va tres pasos por delante. Pero no quisiera desmerecer la importancia de compartir información, el acceso a ella y la libertad que conlleva.

La idea de compartir información y del compromiso público de las cosas… creo que el aspecto negativo reside en que con todos esos datos se ha alimentado un algoritmo que quizás se usa contra nosotros, pero eso no quiere decir que compartir experiencias e informaciones vitales sea malo. Volviendo al tema de la esfera pública, existe una gran diferencia entre internet, lo virtual y lo digital versus humanos de verdad que se juntan, respiran uno junto al otro y el olor humano en una habitación, las dos cosas son completamente diferentes. Así que esas son las dos diferencias importantes, cada una con sus ventajas y sus desventajas. Lo que también siento, al hilo de la dimensión política de gente juntándose para protestar –si bien reside un poder obvio en todo ello–, es que muchas veces se convierte en “terapia grupal del grito primordial”, así lo llamo yo. Llevo años tomando parte en protestas y, más o menos, me sentía así. Todo el mundo se siente muy bien, haces algo, gritas hasta quedarte afónica, lo sacas todo y, luego, al final, ¿qué ha cambiado, realmente? A veces ha servido para cambiar las cosas, pero, probablemente sea más alto el porcentaje de las veces en que las cosas no han cambiado como la gente deseaba.

En cuanto a lo que yo hago, volviendo al proceso artístico, también se trata de ser consciente de que cada momento, cada año, cada mes hay un nuevo adelanto tecnológico, o, simplemente, una nueva manera de comunicarse. Siempre hemos de ser imaginativos en cuanto a nuestra manera de comunicarnos, en cuanto a cómo vamos a expandir nuestras ideas y nuestro arte por ahí. Yo soy una artista absolutamente independiente y clandestina. No tengo plataformas, o agentes, o cosas virales, o redes, o lo que sea, todo es DIY. Como he dicho antes, creo que son semillas, las envío como si fueran polen y puede que haya incluso cierto secretismo en torno a todo ello. También siento, cada vez más, que, en términos de conexión política, “no habrá solución política sin solución espiritual” . Es decir, el verdadero cambio comienza en la mente de cada persona, e incluso más profundamente, en el alma de cada persona. Si no revolucionamos nuestra vida interior, muy profundamente, la verdad es que será inútil, porque volveremos a repetir la misma mierda una y otra vez. “Quizás, tal y como aventuran algunos capitalistas de riesgo, reducir nuestro estilo de vida no salvará el planeta, pero puede que salve nuestra alma, sin cuya integridad cualquier tecnología revolucionaria estará condenada”.